miércoles, 3 de marzo de 2010

El asunto del DSMV (4/4)

Posición Medinet

Nuestra posición es el resultado de combinar la opinión de un experto como el Dr. Frances, quien a nuestro juicio tiene más autoridad que cualquier otro colega, habida cuenta su injerencia histórica en materia de DSM´s; así mismo observar cómo otros colegas en latitudes tan difícilmente penetrables a través de las concepciones científicas (acordemosnos que Argentina es todavía un reducto fuerte en Psicoanálisis!) logran mantener un norte orientado por el principio científico de la evidencia (Dra. Laura Galasso); que aquellos quienes nos dedicamos a la clínica, al mundo real del paciente, y hemos escogido el método o modelo de la TCC (Terapia Cognitivo-Conductual) y lo hemos sometido a la verificación experimental y empírica con resultados excelentes (ver el artículo sobre TCC) en cada vez mayor número de sitios en el mundo, por no decir países, no nos queda otra posición razonable que la de defender esos criterios que nos han marcado el camino metodológico en nuestras intervenciones (ver subrayados en azul del artículo sobre TCC), cada vez con mayor precisión y estructura.

La posición de Medinet con respecto al DSMV que se está "cocinando" para el 2013 es la de apoyar las tesis que se han evidenciado en décadas anteriores: conveniencias socio-políticas pero eminentemente económicas hacen del DSM (en cualquiera de sus versiones) un elemento de uso no exclusivamente científico y profesional. El DSM continúa y quizás continuará siendo por su naturaleza implícita un Manual de Diagnóstico, con lo que aquellos quienes manejamos la Salud Mental desde un enfoque eminentemente bio-psico-social, no podemos adscribirnos más allá de un apoyo de referencia y de comunicación con nuestros colegas los psiquiatras,los médicos, y demás personal de salud, formados ellos en el modelo diagnóstico. Nos inclinamos hacia el manejo de síntomas del paciente, en su aquí y ahora, en el análisis funcional de las áreas clave del paciente, y de la intervención (TCC) orientada hacia el mejoramiento significativo de la calidad de vida del paciente. Y para ello, tomar el DSM como referencia es nuestro límite. Tomarlo como espina dorsal de nuestras intervenciones es un error.

Por lo tanto, si se incluye o no se incluye tal o cual aspecto de tal o cual entidad de salud mental, desde nuestro punto de vista, no pasará de un elemento de referencia. Nos interesa, desde el punto de vista eminentemente clínico, la identificación de síntomas y su "amarre" o correlación con las áreas funcionales o disfuncionales del paciente. Luego de lo cual intervenimos con eficacia.

En otras palabras, esa batalla (que reconocemos existe) de tipo socio-político-económico, no nos afectará siempre y cuando mantengamos una línea de acción metodológicamente prudente, consecuente, estructurada y basada en evidencia científica.

Edgar León Lozano, Ps.

Medinet, Marzo 2010 

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