"Violencia doméstica: Cuando la casa
se convierte en un campo de batalla
15 de abril de 2020 - 22:04 - Por GRETHEL DELGADO
Cuando a una relación de violencia de pareja se le
suman el estrés por la crisis económica y el encierro, quedarse en casa se
convierte en un riesgo
MIAMI.- “Entre marido y mujer nadie se debe meter”, reza una de tantas
frases populares que aluden a la privacidad de una pareja. Pero en muchas
ocasiones la inacción de los testigos y el miedo de las víctimas se convierten
en el caldo de cultivo para una tragedia.
Si existen problemas en la relación, “tener que estar juntos en un
espacio durante largos períodos de tiempo, lidiar con tensiones financieras
debido a la pérdida de empleo o la inestabilidad, y cuidar a los niños, solo
agrega otra capa de tensión que puede conducir a la violencia”, dijo
la psicóloga , profesora en Florida International University.
“Tenemos que recordar que la violencia contra las mujeres tiene que ver
con el poder. Y en momentos como este, las personas se sienten impotentes.
Aquellos que han usado la violencia como excusa para enfrentar otros factores
estresantes continuarán haciéndolo aún más ahora”, explicó Stephens.
De ahí que, como señaló, “los proveedores de servicios de ayuda en casos
de violencia ven no solo aumentos en el número de reportes, sino también en la
intensidad y frecuencia durante tiempos de crisis”.
Katie Ray-Jones, presidenta de la Línea Nacional contra la Violencia Doméstica, dijo que
se ha visto un incremento en el número de llamadas, así como de víctimas que
reportan actos de violencia en los que la persona abusadora usa el COVID-19 como
una herramienta para manipular o dañar a su pareja.
Por ejemplo, los abusadores pueden retener elementos necesarios como
desinfectantes para manos, pueden compartir información errónea sobre la
pandemia para controlar o asustar a la pareja, o evitar que busquen atención
médica adecuada si tienen síntomas.
“La violencia doméstica es, siguiendo al Dr John Gottman, situacional y
caracterológica, es decir, se incrementa cuando existe un imbalance de poder
repentino entre las parejas provocado por crisis personales y sociales tales
como desempleo, encarcelamientos y encerramientos”, comentó el Dr. Jorge Piña, LMHC, LP, Consejero Licenciado en Salud
Mental, psicoterapeuta y psicoanalista en Nueva York.
Violencia hacia las mujeres en cifras
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como “todo acto
de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño
físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen
en la vida pública como en la privada”.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, en
conjunto con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo
Sudafricano de Investigaciones Médicas, “el 35% de las mujeres del mundo entero
han sido víctimas de violencia física y/o sexual por parte de su pareja o de
violencia sexual por parte de personas distintas de su pareja”.
António Guterres, Secretario
General de las Naciones Unidas, señaló que hay "un estremecedor
repunte global de la violencia doméstica" contra mujeres y niñas ocurridos
durante las últimas semanas, debido a los confinamientos decretados por los
Gobiernos durante la pandemia del COVID-19”.
"Sabemos que los confinamientos y las cuarentenas son esenciales
para reducir el COVID-19. Pero pueden hacer que las mujeres se vean atrapadas
con parejas abusivas", declaró Guterres, quien hace hincapié que la
violencia no solo radica en los campos de batalla.
La guerra puede ocurrir en casa. Esta amenaza sobre mujeres y niñas
radica en el lugar "donde deberían estar más seguras: en sus propios
hogares".
Crisis y aumento de la violencia doméstica
La historia se suele repetir en momentos de crisis. En su experiencia
estudiando casos de violencia de género, la profesora Stephens recordó que “la
violencia contra la mujer aumenta en tiempos de inestabilidad tanto en las
relaciones como en la sociedad”.
“Los estudios posteriores al huracán Katrina y durante la recesión de
2008 reportaron aumentos similares en la violencia contra las mujeres. Sin
embargo, esta pandemia tiene una línea de riesgo adicional única, ya que nos
vemos obligados a permanecer en el lugar”.
El peligro radica en que “este nivel adicional de aislamiento, que no
tiene un punto final específico, también disminuye la capacidad de las mujeres
para buscar ayuda. El aislamiento es una de las tácticas más comunes que usan
los abusadores para controlar a sus víctimas”.
¿Cómo evitar los actos de violencia?
Ni parece, ni es sencillo, según los expertos. “Es difícil vivir con el
enemigo dentro de la casa en una cuarentena forzada, legal y como tal
obligatoria”, enfatizó Jorge Piña.
El especialista en salud mental aconsejó que “la víctima debe siempre
mantener una fuente de contacto confidencial con el mundo exterior, ya sea una
amiga, la iglesia, la familia, un trabajador social, consejero, doctor o por la
vía de la escuela virtual, usando la enseñanza remota de los niños para alertar
a las autoridades por la vía de los maestros”.
La abusada debe contar con “una posible vía de escape y salida rápida de
emergencia, mantener el celular activo pero sin llamar la atención del
abusador, y mandar señales de auxilio cuando sea posible -creativamente- y con
mucho cuidado, por las redes sociales”.
“Lo que más importa es preservar la vida y evitar, a como dé lugar,
cualquier feminicidio o abuso compulsivo contra los niños”, puntualizó el
experto.
El Dr. Piña habló también sobre la posibilidad de darse un espacio
dentro del propio hogar y citó uno de los casos que atiende actualmente. A ella
le recomendó “irse por un tiempo a visitar a la mamá en Washington DC y dejar
al esposo aquí en Brooklyn, por una semana, para calmar los ánimos, las
asperezas, los malos entendidos, los insultos y la hostilidad, continuando la
teleterapia por separados y a distancia”.
Por su parte, la doctora Stephens reconoció que ninguna historia es
igual a la otra, y que muchas mujeres con hijos, “que no tienen independencia
financiera, dependen de su pareja para su estado en los Estados Unidos”. Es por
eso que “podrían tener que considerar opciones muy diferentes que una mujer que
solo tiene que preocuparse por sí misma”.
¿Qué hacer si escuchamos, por ejemplo, que un vecino golpea o le grita a
su pareja casi a diario?
“La Línea Nacional contra la Violencia Doméstica sería un gran recurso”,
aconsejó la profesora Stephens. “Una vez más, su relación con la víctima en
términos de cuán bien la conoce o siente que puede confiar en usted será
realmente importante”.
Además insistió en que, de ser posible, “encuentre una manera de hacerle
saber a una mujer que está siendo víctima que está allí para ayudarla. Saber
que alguien le creerá y proporcionará un espacio seguro para escapar podría ser
un punto de inflexión para que se dé cuenta de que hay opciones para irse”.
Finalmente, “lo más simple que puede hacer es documentar lo que escucha.
Un diario escrito será una gran pieza de evidencia si la víctima decide escapar
y presentar cargos. También puede compartir esto con la policía si necesita
llamarlos”.
Línea Nacional contra la Violencia Doméstica
Stephens destacó que en la Línea Nacional contra la Violencia Doméstica
los asesores “tienen experiencia en responder preguntas, ayudar a desarrollar
planes de seguridad y proporcionar información sobre los servicios”.
Esta línea cuenta con atención en varios idiomas, “también pueden
conectar a las personas que llaman directamente con los recursos de violencia
doméstica disponibles en su área local de llamadas. Todas las llamadas son
gratuitas y confidenciales, por lo que las personas deben saber que hacer la
llamada no significa que haya realizado ningún tipo de informe oficial o que
haya iniciado un proceso, a menos que las personas que llaman lo deseen”.
“No cobramos, no preguntamos nombres, no juzgamos”, advierte un mensaje
de la Línea Nacional de Violencia Doméstica. Puede llamar al 800.799.7233 o
visitar la página https://espanol.thehotline.org/
@GrethelDelgado_ "
Medinet, abril 2020
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